Llegamos a la
una de la tarde y allí nos recibieron unos aficionados del Benfica a las
afueras del estadio y nos fuimos a tomar unos refrescos. Eran muy agradables.
Después fuimos a la tienda oficial del Benfica donde me compré una bufanda del
equipo.
A las tres
comimos y dimos una vuelta por Lisboa (yo ya conocía la ciudad) porque ya he
ido varias veces. A las seis y cuarto empezó el partido y vimos cómo ganó el
Benfica por uno a cero.
Por último
cenamos en un albergue y ya regresamos a Mérida a las cinco de la mañana del
domingo.
¡Fue un viaje
muy cansado pero valió la pena!
Mario Carballo Gamero.