miércoles, 2 de abril de 2014

EL LIBRO DE MATEMÁTICAS

¡Un consejo! Si alguna vez necesitáis esconder un secreto, no se os ocurra guardarlo en el libro de matemáticas… por lo que le pasó a Miguel y que a continuación descubriréis!
         Miguel pensó que en ningún sitio podría estar mejor guardado su secreto que en el libro de matemáticas. El libro de historia puede resultar entretenido, por relatar hechos y acontecimientos pasados, o contener hermosas leyendas. El libro de lenguaje, a pesar del rollo de la ortografía o la sintaxis, a veces contiene cuentos y poesías muy interesantes. Incluso el libro de ciencias naturales está repleto de fotografías curiosas que asombran por su belleza y nos explican los misterios de la naturaleza. Pero el libro de matemáticas… ¿a quién se le puede ocurrir abrir un aburridísimo libro cargado de números y más números, fórmulas complejas y problemas extrañísimos, tan difíciles de resolver como para volverse loco?
         Así pues, durante casi todo el curso sus secretos estuvieron la mar de seguros. Pero, cuando a finales de junio llegaron las notas… ¡¡¡un suspenso en mates!!!, la cosa cambió por completo.
         Papá y mamá discutieron muchísimo. Mamá prefería que Miguel acudiese durante las vacaciones a una buena academia, donde le ayudarían a estudiar. Sin embargo, papá se negó alegando que él se sentía capaz de ayudar a su hijo…
- Al fin y al cabo –decía- a mí nunca se me dieron mal las matemáticas cuando estaba en la escuela.
Después de leer el diari… digo… el libro de mates, papá cambió de opinión. En aquellas páginas se planteaba un problema demasiado difícil de resolver.
En la cena, papá anunció:
- Miguel hijo, tu madre y yo hemos decidido llevarte este verano a una buena academia para que te ayude en tus estudios.
- Pero… -intentó contestar mamá.
- ¡Nada de peros mujer, está decidido! –cortó tajante su marido-. ¡El niño necesita disciplina y una buena academia es lo mejor!
         Papá aún le da vueltas al dichoso problema planteado en el libro de matemáticas de su hijo: Si Miguel está enamorado de una tal Marta  ¿por qué la chica no le hace caso? ¿Qué puede hacer su hijo para que ella se fije en él? ¿No habrá otra chica de la que pueda enamorarse?...
¿Por qué los libros de matemáticas son siempre tan difíciles y nunca traen la solución a los problemas?
Texto: Juan Ángel Parejo Sosa
Dibujo: Juan Ángel Parejo Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario